El dolor y desgarro que ha sufrido y está sufriendo la población valenciana es inimaginable.
Como astrólogos, en estos casos nos asalta la duda de si tal tragedia habría sido previsible. Sabemos lo difícil, por no decir imposible, que resulta predecir el día y el lugar concreto en que se manifestarán tales sucesos. Lo más que podemos intentar es dar - aparte por supuesto de las causas meteorológicas, urbanísiticas, sociales y políticas que hayan coincidido - una explicación astrológica a posteriori, con la humilde esperanza de que así podamos contribuir a mejorar la capacidad predictiva.
Los últimos ingresos del Sol en los puntos cardinales del año (signos tropicales móviles) para Valencia, no han sido indicadores de una catástrofe tan inmensa como se ha dado el día 29 de Octubre en la costa de Levante. A primera vista tampoco el eclipse de Sol inmediatamente anterior, que se produjo el 2 de Octubre, parece darnos una explicación del suceso. Pero resulta tener una conexión especial con el pasado eclipse de Abril, que a mi juicio nos proporciona la clave astrológica de una tragedia en potencia.
El eclipse de Sol del 8 de Abril del 2024 fue al mismo tiempo la lunación previa a la entrada del Sol en el signo (sidéreo) de Aries. En la astrología hindú esta lunación marca el comienzo del año, y se supone que da indicaciones sobre los eventos que se desarrollarán en el curso del mismo. Según en qué casas caigan los planetas y qué conjunciones formen los ángulos de la carta para un lugar concreto, estas tendencias se concretarán acordemente en esa zona del mundo.
Aquel eclipse se formó justamente a la puesta del Sol para Valencia y la zona circundante, es decir en el ángulo occidental o Descendente.
Se produjo en Piscis, signo de agua. En ese mismo signo encontramos a Venus, el planeta que según la tradición védica rige el elemento agua, y a Neptuno, otro planeta relacionado con ese elemento. El hecho de que el eclipse se produjera justo en el Descendente, indicaba para el año entrante un impacto fuerte en la provincia valenciana. En la carta del eclipse para Valencia, el regente del Ascendente, Mercurio, se encuentra en casa 8, lo cual puede significar pérdidas y duelo - la casa 8 se refiere a la muerte y las crisis existenciales. Mercurio a primera vista no se ve muy afligido, pero si tenemos en cuenta la posición de Plutón, planeta también relacionado con crisis transformativas, vemos que Mercurio - que se encuentra retrógrado - se halla en orbe de una cuadratura con Plutón. También podemos observar que el punto medio entre Mercuro y Plutón, a 20°34' de Acuario, se encuentra exáctamente sobre Marte, regente de la casa 8. Marte además forma una conjunción estrecha con Saturno. En conjunto se da una configuración que augura una descarga agresiva o destructiva de tensiones que podrían tener un origen meteorológico, si concedemos a Mercurio una determinación especial hacia el aire y los hechos atmosféricos.
¿Pero cuál fue la configuración astrológica desencadenante de la tragedia?
Es un hecho que podemos observar frecuentemente, que cuando Marte hace un aspecto tenso al grado de un eclipse anterior, suelen desencadenarse sucesos presagiados por ese eclipse.
Pues bien, durante el eclipse del 2 de Octubre, Marte se hallaba en el grado 23° de Géminis, entrando en cuadratura al eclipse anterior de Abril. De hecho, se encontraba en aspecto exacto con los nodos de aquel eclipse. Al mismo tiempo, el eclipse mismo de Octubre se formaba ya en cuadratura con Marte. El hecho de que este aspecto tenso de Marte conecte en cierto modo los dos eclipses, intensifica y subraya el efecto desencadenante mencionado. Al mismo tiempo Mercurio, el regente del eclipse de Octubre, estaba a su vez entrando en cuadratura con Marte. Con vistas al tiempo meteorológico, tal cuadratura sería indicativa de vientos fuertes.
Como el eclipse de Abril auguraba para la zona de Levante un ocultamiento de fuerza vital y una situación de alarma en el curso de los próximos meses, con posibles pérdidas humanas, este tránsito de Marte tenía el potencial de desencadenar una situación acorde. Sin embargo, tendrían que pasar más de tres semana hasta que ocurriera la catástrofe. ¿Cómo podemo explicar esto?
Poco después del eclipse de Octubre se produjo un suceso cósmico especial, del que hablé en un video publicado en Youtube (en alemán): hace tres semanas, el 8 de Octubre, el cometa recién aparecido Tsuchinshan-ATLAS cruzó la eclíptica exáctamente en el grado en que se se había producido seis días antes el eclipse de Sol. Lo comento porque posiblemente este evento cósmico augure un suceso inusitado, repentino y fuera de lo normal. El impacto de los cometas es un tema poco estudiado hasta ahora, aunque desde antiguo se ha relacionado con eventos sorpresivos.
Al mismo tiempo se encontraba, ese mismo 8 de Octubre, Marte el el grado 26° de Géminis, por tanto en cuadratura exacta con el eclipse de Abril, y con el correspondiente Ascendente para Valencia. Esta posición de Marte coincide además con el Medio Cielo - punto culminante - del eclipse de Abril.
¿Sin embargo, como se reflejan en el cielo las lluvias torrenciales ocurridas el 29 de Octubre? Lo que diré ahora podrá parecer bastante especulativo, y desde luego sería difícil de prever.
Lo que me salta a la vista es la formación simultánea de dos aspectos en ese 8 de Octubre: el trígono exacto de Marte a Venus, y el trígono asímismo exacto de Júpiter a Mercurio. Los antiguos astrólogos, como Antonio de Nájera, hablaban de la apertura de puertas: Venus con Marte abren las puertas de la lluvia, y Mercurio con Júpiter las puertas del viento. Estas aperturas de puertas se dan, según Antonio de Nájera, en las oposiciones, conjunciones y cuadraturas de dichos planetas, mientras el trígono de hecho se considera un aspecto benigno. Pero no deja de ser curioso que justamente en ese día cósmicamente tan peculiar se produzcan sendos aspectos exactos.
La apertura de puertas se considera más fuerte cuando la Luna traslada luz de uno de estos planetas al otro. Pues bien, con la Luna llena del 17 de Octubre, Marte, de nuevo en cuadratura exacta con las luminarias, entra en el signo acuoso de Cáncer. Venus ya había pasado al signo de Escorpio unos días antes.
El cuarto menguante (24 de Octubre) se da con la Luna en el grado 9° de Cáncer, separándose de la conjunción con Marte y aplicando el trígono a Venus. En esta fase lunar tenemos una apertura de puertas de la lluvia.
Por fin, el 29 de Octubre por la tarde la Luna hace conjunción exacta con Ketu, el nodo Sur, el cual a su vez se encuentra justo en el punto medio entre Venus y Marte, ambos situados aún en signos de agua. De hecho la Luna ha hecho a medianoche un sextil a Marte, y alcanzará a mediodía del 30 de Octubre el sextil con Venus, sin otros aspectos por medio. A las seis de la tarde del 29 de Octubre, cuando se cierne la catástrofe sobre Valencia, la Luna y el eje nodal se encuentran exáctamente a mitad de camino entre Marte y Venus.
Posiblemente sea pertinente extender la noción de apertura de puertas a otros apsectos aparte de los tensos, sobre todo cuando se acumulan tales configuraciones en conexión con los eclipses y otros fenómenos cósmicos notables.
Pero encuentro dos factores más, que explican la intensidad y dimensión de las lluvias torrenciales que han sacudido la costa de Levante:
Marte se encuentra ya lento, dentro del bucle de retrogradación que describirá en los próximos meses. Es de suponer que esta fase planetaria le haya sumado intensidad al tránsito de Marte.
Pero lo que explica en último término el carácter devastador del evento, debe ser la oposición aplicativa estrecha que forma Marte con Plutón, y el simultáneo trígono exacto con Neptuno. Neptuno se asocia al elemento Agua y a procesos de disolución colectiva, mientras Plutón tiene un efecto catalizador de crisis existenciales. En combinación con un Marte lento, la constelación puede resultar catastrófica.
Resumiendo: la clave para ubicar geográficamente la tragedia debió ser el eclipse de Abril, tan marcante para Valencia, desencadenado a su vez por la posición de Marte durante el último eclipse de Sol que se dio a principios de este mes natural (Luna nueva) y en el momento del cruce del cometa justo por el grado del eclipse. Como último activador ha funcionado la Luna abriendo la puerta de las lluvias justo cuando transitaba el nodo Sur, mientras Marte formaba aspectos exactos con Neptuno y Plutón.